noviembre 04, 2003
Bibliotecarios por la Paz
Se ha presentado la iniciativa de Bibliotecarios por la Paz, con un documento de rechazo a la guerra. El grupo se inicia en Madrid, España y espera tener el respaldo mundial de los diferentes profesionales de la información y la cultura.
En su sitio web, se encuentra el Comunicado Colectivo y otros documentos base, así como la presentación de la Organización.
Replico además el Comunicado del Colegio de Bibliotecarios de la provincia de Buenos Aires:
"Los bibliotecarios declaran: Parad la guerra inmediatamente!
Cerca de 1,900 bibliotecarios de todo el mundo habían firmado anteriormente una petición exigiendo la detención inmediata de los preparativos arrogantes e ilegítimos del gobierno de los Estados Unidos de América para una guerra preventiva contra Iraq.
No obstante, los firmantes se hacían pocas ilusiones. Se sabía que ni siquiera las protestas más enérgicas lograrían desviar lo más mínimo a la administración de Bush respecto de su deseo, formulado desde hacía ya mucho tiempo, de controlar los recursos petrolíferos iraquíes y de eliminar a su en otro tiempo aliado Saddam Hussein y a su entorno político.
En estos momentos, junto con un número mucho mayor de personas, los bibliotecarios profesionales del mundo entero manifiestan, individual o colectivamente, su oposición a esta guerra y a este Blitzkrieg ilegal e inmoral que no tiene por objetivo más que el control total de Iraq. Todo el mundo sabe que en el curso de esta guerra desigual numerosos iraquíes, combatientes y civiles, perderán la vida, mientras que otros se verán obligados a convertirse en refugiados. El hambre y la enfermedad extenderán la muerte, y tanto las infraestructuras como las superestructuras, incluidas las bibliotecas, serán destruidas. El medio ambiente se volverá tóxico por los productos químicos y radioactivos, que están siendo utilizados sistemáticamente en una guerra de estas características.
Se podría esperar que, ante la oportunidad de expresar su oposición a una guerra inminente o incluso al mal reparto de los bienes nacionales que esta guerra ocasionará en un momento de crisis económica y social en el que los presupuestos de la seguridad social y de la educación van a ser recortados salvajemente, la Asociación Americana de Bibliotecarios (ALA), en su reunión de invierno de 2003, tuviera el valor de expresar sus opiniones y oponerse a esta guerra, si no por razones morales, al menos por razones puramente prácticas.
En vez de ello, el Consejo Ejecutivo de la ALA ha rechazado conscientemente el oponerse a la guerra contra Iraq. Incluso se ha negado a adoptar una resolución moderada, basada en sus intereses personales, lo que habría permitido a la organización el poder decir simplemente NO A LA GUERRA!
Declaramos con una sola voz que nos oponemos a esta falta de responsabilidad de la ALA, particularmente vergonzosa para una asociación que gracias a su silencio se pone de lado del agresor.
Apelamos a los miembros del Consejo Ejecutivo de la ALA, y a su personal, a que se unan a sus colegas del mundo entero y expresen su oposición colectiva a la guerra. Llamamos a los bibliotecarios de los Estados Unidos de América y del mundo para que se manifiesten en las calles, colectiva o individualmente, como bibliotecarios, para protestar contra esta guerra provocada por una ideología cínica e inhumana, en contra de la posición oficial de su asociación.
Exigimos que la guerra acabe inmediatamente!. Nos unimos a nuestros colegas y nos manifestamos en cada oportunidad por la paz, por los libros y contra las bombas. Pedimos a nuestros colegas que usen su imaginación para expresar su oposición a la guerra, como bibliotecarios, incluso dentro de sus puestos de trabajo.
Se ruega firmar esta petición. "
En su sitio web, se encuentra el Comunicado Colectivo y otros documentos base, así como la presentación de la Organización.
Replico además el Comunicado del Colegio de Bibliotecarios de la provincia de Buenos Aires:
"Los bibliotecarios declaran: Parad la guerra inmediatamente!
Cerca de 1,900 bibliotecarios de todo el mundo habían firmado anteriormente una petición exigiendo la detención inmediata de los preparativos arrogantes e ilegítimos del gobierno de los Estados Unidos de América para una guerra preventiva contra Iraq.
No obstante, los firmantes se hacían pocas ilusiones. Se sabía que ni siquiera las protestas más enérgicas lograrían desviar lo más mínimo a la administración de Bush respecto de su deseo, formulado desde hacía ya mucho tiempo, de controlar los recursos petrolíferos iraquíes y de eliminar a su en otro tiempo aliado Saddam Hussein y a su entorno político.
En estos momentos, junto con un número mucho mayor de personas, los bibliotecarios profesionales del mundo entero manifiestan, individual o colectivamente, su oposición a esta guerra y a este Blitzkrieg ilegal e inmoral que no tiene por objetivo más que el control total de Iraq. Todo el mundo sabe que en el curso de esta guerra desigual numerosos iraquíes, combatientes y civiles, perderán la vida, mientras que otros se verán obligados a convertirse en refugiados. El hambre y la enfermedad extenderán la muerte, y tanto las infraestructuras como las superestructuras, incluidas las bibliotecas, serán destruidas. El medio ambiente se volverá tóxico por los productos químicos y radioactivos, que están siendo utilizados sistemáticamente en una guerra de estas características.
Se podría esperar que, ante la oportunidad de expresar su oposición a una guerra inminente o incluso al mal reparto de los bienes nacionales que esta guerra ocasionará en un momento de crisis económica y social en el que los presupuestos de la seguridad social y de la educación van a ser recortados salvajemente, la Asociación Americana de Bibliotecarios (ALA), en su reunión de invierno de 2003, tuviera el valor de expresar sus opiniones y oponerse a esta guerra, si no por razones morales, al menos por razones puramente prácticas.
En vez de ello, el Consejo Ejecutivo de la ALA ha rechazado conscientemente el oponerse a la guerra contra Iraq. Incluso se ha negado a adoptar una resolución moderada, basada en sus intereses personales, lo que habría permitido a la organización el poder decir simplemente NO A LA GUERRA!
Declaramos con una sola voz que nos oponemos a esta falta de responsabilidad de la ALA, particularmente vergonzosa para una asociación que gracias a su silencio se pone de lado del agresor.
Apelamos a los miembros del Consejo Ejecutivo de la ALA, y a su personal, a que se unan a sus colegas del mundo entero y expresen su oposición colectiva a la guerra. Llamamos a los bibliotecarios de los Estados Unidos de América y del mundo para que se manifiesten en las calles, colectiva o individualmente, como bibliotecarios, para protestar contra esta guerra provocada por una ideología cínica e inhumana, en contra de la posición oficial de su asociación.
Exigimos que la guerra acabe inmediatamente!. Nos unimos a nuestros colegas y nos manifestamos en cada oportunidad por la paz, por los libros y contra las bombas. Pedimos a nuestros colegas que usen su imaginación para expresar su oposición a la guerra, como bibliotecarios, incluso dentro de sus puestos de trabajo.
Se ruega firmar esta petición. "
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